
Historia del dulce
La espumilla no cuenta con una historia en concreto, pero al ser un emblema del dulce ecuatoriano, conocedores del tema no han tardado en postular un posible origen de este postre.
Esta versión es la más aprobada por los ecuatorianos. Y señala que debió prepararse por primera vez a principios del siglo XX; señalando que el crédito lo tendrían las monjas de un convento, las cuales quisieron preparar un postre nuevo que hiciera felices a los niños.
Sin embargo, como era tan difícil hacer algo nunca antes visto, decidieron reunirse con el objetivo de pensar en qué dulce podían hacer. Y para ello usaron todos los ingredientes que pudieron conseguir, mezclándolos a mano en una paila, y creando así ―sin saberlo―, las primeras porciones de espumilla.
Como era de esperarse, los niños quedaron fascinados con este postre, y la receta no tardó a expandirse a comerciantes cercanos, los cuales prepararon sus propias espumillas para venderlas en sus negocios.
Preparación, venta y consumo que pasó generación en generación, permaneciendo hasta el día de hoy.
Características del dulce
Este dulce que según estadísticas anuales permanece en el top 3 de los más vendidos y consumidos en Ecuador, se prepara a base de claras de huevo, azúcar y frutas, que al batirse forman una especie de espuma azucarada ―de ahí el nombre de «espumilla»―.
Aunque actualmente se pueden ver infinidad de sabores de espumilla, dependerá del sabor el uso o no de gelatina; la más común es la de guayaba. Pero también las hay de banana, fresa, maracuyá y mora.
Siendo frecuente observar a vendedores independientes en plazas, mercados, avenidas y salidas de colegios ofreciendo espumillas en distintos precios.