¿Qué es?
El helado de paila es un popular postre cremoso, ideado hace más de un siglo en San Miguel de Ibarra, Imbabura.
Siendo una de sus principales características, la implicación que toma la persona que lo elabora, en el proceso. Pues se realiza de manera manual, a diferencia de los helados “convencionales”.
Pero esto no es ni de cerca lo más impresionante, pues lo que verdaderamente marca una distinción, se indica en su nombre; y es que se prepara en una paila de bronce grande, que a su vez es colocada dentro de una batea o jarrón de madera previamente lleno con hielo.
Curiosa técnica de elaboración, ¿no?
¿Cómo surge?
Como es de suponer por la cantidad de años que han pasado desde su creación, el helado de paila nace en una época donde los refrigeradores no existían y la única manera de conseguir algo frío era con el hielo formado naturalmente del páramo andino.
Y es en este contexto, durante el año 1896 cuando en busca de un regalo para los quince años de una amiga, a la entonces también adolescente Rosalía Suárez, se le ocurre obsequiarle un dulce en conjunto con otra amiga.
Con la cual colocaría jugo de frutas en un recipiente cualquiera, para seguidamente ubicarlo sobre una batea de madera llena de hielo ¡y de paja! A fin de mantenerlo sólido un poco más de tiempo.
Y simplemente comenzaron a batir constantemente hasta que ¡zaz! Obtuvieron el helado, y al poco tiempo Rosalía comenzó a venderlos en su zona, incorporando nuevos ingredientes a la receta con el pasar de los años, con sabores que incluyen la ciruela, coco, chocolate, frutilla, guanábana, mango, maracuyá, mora, naranjilla, ron con pasas, tamarindo y vainilla―. Y para el hielo, sal granulada.