¿En qué consiste?
Arraigado en las raíces culinarias de Ecuador, se trata de un plato preparado a base de maíz maduro cocido mote, que pertenece al mismo género que el trigo. Distinguiéndose por su gran tamaño y coloración blancuzca.
Este se mezcla con huevo, manteca de chancho, cebolla verde cortada en pequeños trozos, sal y pimienta. Aunque algunos también le añaden leche o queso.
Curiosidades
Su nombre proviene de «mut' i» que evoca a todos los tipos de granos cocidos, en la lengua de los Quechuas.
En tiempos de antaño, este alimento se preparaba como desayuno a los jóvenes, para que se desarrollaran adecuadamente. Pues es alto en betacaroteno y biotina, calcio, carbohidratos buenos, fósforo, hierro y magnesio.
También tiene bastante fibra, por lo que brinda energías y sacia el hambre. Además, es perfecto para celiacos y quienes siguen una dieta gluten free, al no poseer nada de este.
Pero para los Incas, no solo se trataba de una fuente alimenticia, sino que tenía un puesto de honor durante los rituales que realizaban continuamente.
Aún así, se considera que el platillo es el resultado de una mezcla entre el continente americano y europeo, al emplear ingredientes de ambos puntos geográficos.
Y curiosamente, maíz del cual proviene, es cultivado con una técnica muy compleja, así como antigua; que implica el uso del yugo y la yunta. Así como métodos de cosecha poco ortodoxos, que dificultan su industrialización. De modo que la forma exacta para obtenerlo, es casi un secreto guardado celosamente, que se pasa de una generación a otra.
Durante épocas duras para la humanidad, en las cuales subsistir era un trabajo duro para cualquier familia, granos como el maíz de mote, eran vitales. Y aún en la actualidad mantienen su valía.
