¿A qué debe su nombre?
Por sus sílabas iníciales «Llapin» se aduce que hace referencia a «Iapchi» una palabra quechua que significa «cosa aplastada» o simplemente «aplastado» y «gacha», una palabra en castellano que representa un tipo de tortilla a base harina de trigo, que es cocida en agua. Por lo que el «gacho» que conforma la última parte de la palabra, se trataría de una variación.
En cuanto al uso de plural, simplemente se emplea porque una vez que comienzas a degustar un Llapingacho, inmediatamente comienzas a probar el siguiente.
Esta traducción resulta muy acertada al visualizar la receta del platillo, mismo que requiere aplastar las papas, así como tocar la masa de cierta manera, hasta darle la textura adecuada para formar las tortillas.
Información básica.
Los orígenes del plato no están totalmente garantizados, pero sí que se dice surgieron de la mano de un grupo de indígenas radicados en la provincia de Tungurahua, los Salasacas.
Pero, ¿en qué consiste? los llapingachos tradicionales, se basan en el uso de papas que tras ser cocidas, son aplastadas o trituradas hasta formar una tortilla, que una vez frita, puede ser acompañada de diversos guisos. Algunos acompañantes comunes son la carne asada, el huevo frito, lechón horneado, el pico de gallo, chorizo, el aguacate y la lechuga.
Y como dato curioso, precisamente la papa, que es la estrella del plato al no poder faltar o ser reemplazada; salvó a muchas personas durante el año 1500, en el cual, fue el alimento invariable en muchos hogares del viejo continente.
Por ello no es extraño que se haya mantenido la tradición de incluirla en el menú de múltiples familias a nivel mundial, pero especialmente en Ecuador, donde incluso desarrollaron este plato.