Un poco de historia
Los primeros pasos para lo que sería esta emblemática receta de arroz, se producen durante la época de la conquista española; pues fueron los españoles quienes trajeron el ganado consigo. Y al conocer los distintos granos del nuevo mundo, quedaron maravillados. Especialmente de los frijoles, guisantes, garbanzos y lentejas, a los cuales denominaron «porotos». Esto sin duda, constituyó otro paso importante.
En algún punto consecutivo a estos acontecimientos, alguna persona decide juntar ambos elementos: los granos, el arroz y la carne del ganado formando una primera versión del arroz con menestra. Pero, no es hasta hace casi 50 años, cuando deja de ser una receta netamente hogareña y evoluciona hasta venderse en distintos negocios, como «El Flamenco» que fue el precursor de dicho movimiento.
Por lo cual, actualmente podemos hallarlo en los hogares guayaquileños, en quioscos, restaurantes, e incluso hoteles muy elegantes, que los ofrecen en cualquier fecha y hora del día.
Ventajas de consumirlo
Aunque algunas personas crean que al ingerir granos y cereales juntos, inevitablemente aumentarán de peso; la verdad es que no es así.
De modo que si estás siguiendo una dieta y te sirven un plato de arroz con menestra no tendrás que negarte a comerlo, simplemente hacerlo con moderación.
Al consumir este exponente de la gastronomía ecuatoriana obtendrás múltiples beneficios, porque permiten el desarrollo integral del individuo, permitiendo sentirnos saciados, y aportándonos tanto fibra como hierro.
Adicionalmente, gracias a sus propiedades, puede ayudarte a prevenir el cáncer.
Y como un consejo para absorber todos los nutrientes necesarios, es emplear el limón como un acompañante para el plato. Maximizando de ese modo, la absorción del hierro de la menestra.